domingo, 24 de enero de 2016

el anti-Diseño ó la verderización del producto

El diseño contemporáneo aborda con seriedad y madurez la "verderización", como principio conceptual y operativo, en una respuesta al consumismo salvaje.

Este movimiento, originado en Italia en los años 60, es una reacción en contra de lo que muchos diseñadores de avant-garde vieron como un grado de empobrecimiento del lenguaje del diseño, propuesto por el Modernismo; el énfasis puesto en el estilo y en la estética de la “buena forma”, fue una iniciativa propuesta por muchos de los fabricantes pioneros y algunas celebridades del diseño. 

Este sentido de insatisfacción, resultante de la dispersión de la relevancia social del diseño, a expensas de la empresa meramente mercantilista, ha venido en un aumento constante y sutil desde los años 50, particularmente evidenciado en el contexto de la exposición Milán Trienale,  en Italia. Esta, se ha convertido en el medio para evidenciar de forma extensa los debates económicos, políticos, sociales y culturales que estremecieron la Italia de los años 60. 

Ettore Sottsass Jr. fué el exponente clave de la mirada crítica del anti-Diseño, como también lo fueron los grupos como Diseño Radical, Archigram y SuperStudio, todos ellos expresando sus ideas a través de la producción de prototipos de mobiliario, piezas de exhibición y la publicación de manifiestos. El Anti-Diseño vio, en la forma de dirigir el potencial del diseño, algo que iba más allá que acariciar un estilo con el único fin de incrementar las ventas. Mientras el Modernismo era tipificado dentro de las nociones de  la permanencia, el Anti-Diseño, se identificó con la idea de la “efimeridad” del Pop, ( como se dejó ver en la Bienal de Venecia de 1964 ) el consumismo y el lenguaje propio de los medios masivos de comunicación; mientras la paleta de color, el  Modernismo mutaba hacia la prevalencia del blanco, el negro y los grises, el Anti-Diseño le daba riqueza al potencial del color; mientras el Modernismo admiraba las propiedades de la integridad del material, el Anti-Diseño exploraba el ornamento y la decoración.

Ettore Sottsass Jr, en los años de Archigram
 Aún más, mientras el Modenismo se inclinaba hacia los conceptos del “buen Diseño” y el adagio de que la “forma sigue la función”, el Anti-Diseño consideraba seriamente el poder expresivo e irónico de lo “kitsch” y la distorsión de la escala, características que se convirtieron en los referentes conceptuales del Post-Modernismo y en importantes características del movimiento Memphis. 

Si estos movimientos han evolucionado para llegar a determinar posiciones radicales, en las que personajes como Phillippe Starck en medio de su frenesí productivo, deciden que lo que hacen es “basura” y que no tiene sentido y dan un giro conceptual a su trabajo, dedicando su ingenio a dar respuestas sociales a su producto, es porque se espera que el Diseño, produzca hoy en día un impacto: la “verderización” del Diseño ( como respuesta ) deberá fluir, hacia las prácticas del diseño ético y del diseño sustentable, que genere nuevos y más innovadores materiales.

Muchas veces, los objetos son producidos de forma “innovadora y verde” a la vez, aunque no hayan comenzado su proceso de esa manera; pero en muchos otros casos, muchas ideas de producto, son rechazadas simplemente porque no se “ajustan” a esquemas ambientales conscientes.
    

Starck es posiblemente el diseñador más reconocido del mundo en tiempos recientes; él le  ha puesto un sentido del estilo y la diversión en la vida de muchas personas, decoración de sus casas, oficinas y espacios públicos con su característico estilo francés. Él ha hecho millones haciendo de todo, desde el diseño de su exprimidor de naranjas hasta salas de espera en aeropuertos. Pero Starck ha dicho:  es suficiente !. En marzo de 2010, dijo a la revista alemana Die Zeit que todo lo que él había hecho como diseñador era "innecesario"; para él, el 'diseño estaba muerto'

Es una declaración radical e impactante: éste es, acaso, otro estallido de una conocida e impetuosa independencia profesional ? Quizás. Pero también está claro que Starck ha dado un giro a ser un converso al diseño verde, dando la espalda a su pasado lleno "innecesidades".

No todo está perdido, sin embargo -o al menos eso parece; para el 2010,  Starck lanzó la primera de sus nuevas ideas: una turbina eólica para hogares cuestan sólo £400, que según se afirma, producirá el 60% de la energía necesaria para la calefacción y la iluminación. Él tiene la intención de hacer el 'verde' sexy; también va a producir una variedad de otros productos tales como coches eléctricos movidos por energía solar, barcos propulsados por hidrógeno, y una película de paneles solares que se adhiere a las ventanas (2). Starck es el último diseñador prominente para reforzar las filas de una creciente  tendencia hacia al diseño verde. Sin duda, él también es parcialmente una respuesta a la presión de los críticos que culpan al diseño para una avalancha de residuos que, en su opinión, han drenando los recursos naturales del mundo y llenando los vertederos con desechos innecesarios.




Paradójicamente, mucha gente que es suficientemente privilegiada para comprar las cosas que Starck diseña, parecen estar más dispuestos que nunca a comprarlas. La razón es simple: Starck supera a muchos otros diseñadores, “talentos girando aparentemente en lo anodino”, objetos mundanos de lo deseable, cosas hermosas que muchos de nosotros quisiéramos tener y nos da un gran placer hacerlo. Sí, todos podríamos hacer nuestra vida con menos cosas mal diseñadas. Pero cuando alguien como Starck viene y convierte lo mundano en la belleza, es algo que hay que tener en cuenta.


Asimismo, por supuesto, no hay nada malo con Starck al hacer aerogeneradores sexys ( aunque sus afirmaciones acerca de la cantidad de energía que sus turbinas producirán parecen ponerlas por encima de cualquier competencia ), o su deseo de entrar abiertamente al creciente mercado "verde". Después de todo, junto con los diseñadores, ingenieros y científicos, se puede ser capaz de producir coches híbridos, de bajo consumo energético, así como electrodomésticos y productos que utilicen menos recursos. Todos estos son ejemplos útiles e innovadores de ahorro de energía, lo que generalmente es una buena alternativa.


Sin embargo, lo que sostiene el cambio general hacia el diseño verde es un extendido sentimiento de culpabilidad y auto-duda sentida por muchos diseñadores, sobre haber hipotecado el mundo con demasiadas “cosas”. La paradoja es que la gran idea para obtener la salvación – es decir el ambientalismo - significa que, en lugar de procurar producir algo nuevo para solucionar el problema, para tener un verdadero sentido en el propósito y la credibilidad, se debería más bien,  predicar una nivelación de nuestros horizontes materiales – es decir, obtener más con menos-:


De hecho, las llamadas a "hacer recortes" parecen ser más ruidosas desde dentro de la comunidad de diseño, como las establecidas en el “Manifiesto para la Sostenibilidad” (3), publicado en 2007 en el sitio web de diseño Core77 (4). En él, su autor, Allan Chochinov, no le da precisamente sus puñetazos a la profesión.

Allan Chochinov en su oficina del Core77 en Nueva York

Tomando el juramento hipocrático del médico como punto de partida para el diseño, su manifiesto insiste en que los diseñadores, como los médicos, debería "no hacer daño". El manifiesto continúa sugiriendo que el diseño es un azote de los tiempos modernos. Bajo el título de 'Parar de hacer Basura', el manifiesto sostiene que todos nos estamos 'sofocando, ahogando  y envenenando a nosotros mismos con las cosas que producimos", y todo por culpa del diseñador. El manifiesto de Chochinov es sólo la punta del iceberg en esta mirada del anti-diseño.


El Consejo de Diseño del Reino Unido  ( Design Council ), también está fijando sus banderas firmemente en el mástil del diseño ecológico. En lugar de un manifiesto franco, ha anunciado que una estrategia nacional de tres años para el diseño que –sorpresa !- esté construido sobre el diseño sostenible, se llega a la misma conclusión que la del manifiesto de Chochinov. En su escasamente redactado folleto, el Consejo de Diseño dice: "Un buen diseño es el diseño sostenible. Se traduce en objetos, sistemas o servicios que funcionan estéticamente, funcional y comercialmente, mejora la vida de las personas y hace el menor impacto posible en el planeta." (5).

señal de acceso a las oficinas del Design Council en Londres

Calma !!!: pero, no se trata de que el diseño genere un impacto? No, según el movimiento de diseño verde, o de los detractores del diseño,  quienes abogan por ponerle límites a la creatividad y el ingenio humano. Dicho llanamente, quieren menos, no más. Por supuesto, no se trata de ignorar el cambio climático;  mientras que la ciencia dilucida las causas y los efectos, que no son en absoluto dados, poniendo límites en al ingenio, se nos niegan soluciones imaginativas y maduras: El “reverdecimiento” del diseño sólo contribuirá a generar más pánico por el cambio climático, si nuestras manos están atadas en encontrar la mejor manera de lidiar con un mundo en fase de calentamiento.


El reverdecimiento del diseño, como se ha corroborado por profesionales como Starck (6) y otros, cuestiona al resto de nosotros sobre una manera de vivir de forma diferente. En términos prácticos, esto significa elegir lo sostenible o las prácticas de un diseño éticamente aceptable, sobre aquellas que son capaces de hacer más de un impacto utilizando los mejores, más novedosos e innovadores materiales y recursos. A veces los objetos producidos son innovadores y “verdes”,  aunque no fueron concebidos de esta manera originalmente. Pero en muchos otros casos, las ideas propuestas son más propensas a ser dejadas de lado si no encajan de entrada en la perspectiva ambiental.

Starck presentando su aereogenerador eólico

Y entre todos los debates acerca de los límites, hay algo más bajo ataque: algo inherente al hombre que está vinculado con la idea del diseñador: la degradación de la objetividad. Esto es algo que el diseñador debe atesorar sobre todos sus lápices, equipos y conocimientos. El diseñador debe, en la medida de lo posible, mantenerse firme y evaluar los problemas de diseño sin prejuicios, a diferencia del cliente o el usuario final, que a menudo están demasiado metidos en el problema,  para que vean una salida. Permaneciendo firmemente en el objetivo, el diseñador es capaz de ofrecer la mejor garantía para poder llegar a la respuesta correcta: ojalá que sea algo novedoso, sorprendente o convincente.


Bien, estas oportunidades no siempre surgen: a menudo a los clientes les molesta si se intenta hacer algo diferente a lo que inicialmente querían: pero de vez en cuando, las oportunidades que surgen permiten empujar los límites un poco más; si se tiene suerte, se convierte en un largo camino: a eso también se le llama innovación. Y cuando esto ocurre, debe ser aprovechada. Sin embargo, el ecologismo del “pensamiento diseño” ( el Design Thinking ) sólo busca el efecto contrario: la reducción deliberada de esa libertad de pensar. El diseñador tiene la virtud de hacer menos y pensar en pequeño. Esto es el verdadero "anti-diseño". Retener las ideas, significa inevitablemente proponer soluciones pobres. Y eso nos afecta a todos.


Recientemente se ha creado el movimiento “El Acuerdo de los Diseñadores Americanos” ( Designers Accord ). Este movimiento trata de reeducar a los clientes a adoptar una aproximación sostenible, una aproximación no dañina al diseño. Está empeñado en educar al mundo sobre los méritos del diseño sostenible. Contando con 15.000 miembros en todo el mundo, su objetivo es simple: los miembros deben volver a educar a los clientes sobre la práctica de un diseño alternativo que es verde y sostenible. En la práctica, esto implica el uso de procedimientos, materiales y experiencias novedosas que minimicen cualquier impacto ambiental. Como su dice en su sitio web: "…establecer nexos con clientes en favor de un diseño respetuoso con el medio ambiente y los procesos de trabajo. Proporcionar alternativas estratégicas y materiales para el diseño sostenible." (7) este movimiento no es menor: dos de las organizaciones de diseño más grandes de los Estados Unidos, el Instituto Americano de Artes Gráficas (AIGA) y la sociedad de Diseñadores Industriales de América (IDSA), firmaron su adhesión en enero de 2011.


En el Reino Unido se ve más de lo mismo: el Diseño Ecológico, será un tema importante en el Festival de Diseño de Londres. Una serie de eventos, clases magistrales y las ideas están siendo estructuradas bajo el lema 'Greengaged' ( comprometido con lo verde ), que exhibirá el diseño ecológico y reunirá a los principales pensadores, profesionales, clientes y formuladores de políticas para "centrar la industria del diseño en el urgente problema del cambio climático y comenzar una gran conversación" (8). Al final de este festival, el Consejo Británico de Diseño, quiere elaborar su propio "manifiesto verde".



El reverdecimiento del diseño parece casi inevitable. La culpa que los diseñadores expresan acerca de diseño, conducirá a dedicar más esfuerzos en intentar recuperar la credibilidad y solvencia ética. Mientras que el diseño verde parece estar cerca de ser más pertinente que nunca a los problemas del mundo, también puede acabar evitando abordar problemas con respuestas sensatas, maduras. En cambio, lo que se podría lograr es tener posiciones “verdes”. El aerogenerador de Starck, tiene todas las casillas de verificación ecológica chuleadas y bien puede convertirse en un best seller - pero no es una respuesta a la producción de energía. Se crea la ilusión de que el problema de la energía es uno de  consumo, no de producción. Se necesitan más grandes, mejores estaciones generadoras de energía fiable (incluidas las nucleares), no pequeños generadores domésticos. El “valor verde” de Starck, sólo ayuda a oscurecer el problema y no a resolverlo…

Debería dejarse al gobierno, los políticos y las autoridades que tomen las decisiones y las consecuencias del diseño, dejando al diseñador con el trabajo de recrear el mundo que nos rodea. El diseñador, mientras viva en el mundo real, no puede ser limitado por él, porque es su trabajo hacerlo mejor !


Referentes:

(1) Die Zeit,  (en español El Tiempo) es un periódico semanal alemán de distribución nacional publicado por primera vez el 21 de febrero de 1946. Desde 1996 pertenece al Grupo Editorial Holtzbrinck.
(2) Una película que deja pasar la luz cuando se coloca sobre las ventanas, y genera energía solar; ha sido desarrollado por un equipo de ingenieros químicos. Este concentrador solar luminiscente, es obra de un equipo de la Universidad Estatal de Michigan.
(3) Manifiesto Para la Sostenibilidad, escrito por Chochinov, Allan, presidente del nuevo multi-disciplinario estudio de diseño, AMF / Product Design. Graduado del programa de Diseño Industrial en la Escuela de Artes Visuales de Nueva York y del Instituto Pratt; es socio-fundador de Core77. ( 1000 Words: A Manifesto for Sustainability in Design )
(4)  Core77 es un blog en línea, dedicado a la práctica y producción en el campo del Diseño Industrial. El sitio comenzó como la tesis de graduación de Stuart Constantino y Eric Ludlum en su año final en el Pratt Institute; sirve como un recurso práctico para estudiantes, profesionales y aficionados del campo, así como un lugar para ensayos e informes sobre el tema del diseño en general.
(5) Design Council; creado en 1944 para demostrar el valor del Diseño Industrial en la reactivación de la post-guerra; el Consejo de diseño de Gran Bretaña es ahora un emprendimiento que trabaja en la mejora de las vidas de las personas a través de la utilización del diseño. ( The Good Design Plan, Design Council, 1 Julio de 2008 ) 
(6) Philippe Patrick Starck;  (París, 18 de enero de 1949) es un diseñador industrial francés. Estudió en la escuela de Nissim de Camondo en París. En 1968 fundó su primera empresa, que produjo objetos inflables. En 1969 se convirtió en director artístico de Cardin. En 1974 se estableció en los EU y dos años más tarde volvió a París. En 1979 fundó la empresa "Starck Product".
(7)  The Designers Accord, ó el acuerdo de los diseñadores,  es el movimiento más grande de su tipo: 100.000 diseñadores, educadores, investigadores, ingenieros y líderes corporativos, procedentes de 100 países de todo el mundo, trabajando juntos para crear impacto social y ambiental positivo. ( Designers’ Accord, Febrero de 2008 )
(8) The London Design Festival; el Festival de Diseño de Londres,  fue concebido por Sir John Sorrell y Ben Evans. En el edificio existente para la actividad de diseño, el concepto era crear un evento anual que fomentara la creatividad de la ciudad, inspirándose en los grandes pensadores del país, profesionales, comerciantes y educadores para una ofrecer una fiesta ineludible del diseño. ( London Design Festival Goes Sustainable, Design Week, 13, August 2008 )


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